El camino de la juventud lleva toda una vida (Pablo Picaso)

El camino de la juventud lleva toda una vida (Pablo Picaso)

sábado, 8 de mayo de 2010

HOGAR DULCE HOGAR

Que avispao el amigo Aristóteles cuando hace más de dos milenios dijo que "el ser humano es un animal de costumbres" ... llevó tres días en casa y es como si nunca hubiera dejado este solar castellano que tanto quiero.

Las 12.00h en una mañana de mayo como las que siempre he vivido en tierras del Cid, el cielo de un preciso tono grisáceo que por suerte no entristece, un suave y fresco vientecillo que da la razón al viejo refranero castellano con eso de "hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo", el choque de la mopa contra el rodapiés del pasillo, mi madre medio cantando-medio hablando mientras se bate en duelo con el polvillo que se pega a la modernidad esta de "parque flotante" (¿parque flotante? mi condición de jovenzuela no entiende que narices querrá decir tener en casa un suelo que flota) .... en fin tantos sonidos, imagenes y olores que a pesar de que haga un mes que no pisaba por casa no cesan de ser tan placidamente familiares.

Es un verdadero gustazo la egolatría de sentir como si el tiempo no hubiera pasado por aquí desde el día en que hice las maletas y embarqué con destino a la Capital. Por supuesto que la catedral no se ha movido de sitio ni el Cid ha cambiado a Babieca por un mercedes ni a Tizona por una pistola láser, no me refiero a eso!

El tacto de mis sábanas, los mismo bolis desgastados en el bote de mi mesa de estudio (que por mucha nostalgia que me produzcan creo que ya es hora de tirar), la comida casera, el "Sara como no recojas la habitación no sales por la puerta de casa", o el si bemol de la risa telefónica de Ainara... las cosas que verdaderamente importan no han cambiado, siguen igual y he vuelto a acostumbrarme a ellas, a hacerlas rutinarias en tan solo tres días. Bueno con el colchón de mi cama me ha costado un poco más, un soportable dolor de espalda, pero nada relevante con el placer de sentirse de nuevo en casa.

Sábado noche, después de ocho meses, y me tropiezo por la calle con las mismas caras familiares, en las que puede que no repare en Madrid, pero a las que me encanta saludar. Largas conversaciones con mis amigas sentadas en las mismas sillas de siempre, riéndonos por las mismas estupideces y bebiendo el mismo calimotxo que hace algo más de medio año.

Por supuesto que el tiempo no se congela en Burgos cada vez que me voy, pero me fascina sentir que mi hábitat natural me reserva una plaza sin coste ni perjuicio.

Los recuerdos son infnitamente más gratos si tienes la posibilidad de desempolvarlos y revivirlos con matices pero manteniendo lo esencial. Nos aferramos tanto al futuro que comienza como al pasado que no acaba.

martes, 4 de mayo de 2010

13:28h ¿es posible que haya venido ansiosa de la universidad por sentarme a teclear?
Al son del ruidillo de mis tripas, que se mueren de hambre, mis dedos se mueven por el teclado a cien kilómetros por hora.. ¿y porqué? Pues porque una perla toledana me ha regalado una increíble conversación mientras mi profesora de estadística se empeñaba en que entendiera lo que era un p-valor (pobre Conchi), pero yo estaba enfrascada discutiendo con el más realista de los ingenuos...

"El ser humano solo evoluciona cuando está apunto de caerse", esta afirmación con la que sin dudar ni un segundo me has deleitado, resuena en mi cabeza una y otra vez y por cierto cada vez un poco más alto.

Es verdad que hoy por hoy tenemos el placer de poder cubrir nuestras necesidades básicas la mayor parte de la población, pero ¡¿es necesaria una guerra nuclear para darnos cuenta de que vivimos apaciblemente sordos y mudos?!

Entre manjares y delicatessens hemos perdido la esencia de la vida... la capacidad para SORPRENDERNOS!!
Puede que tengas razón, y si que seamos la generación que mejor vivimos desde los comicios de la historia. ¿Pero a que precio?

Nos hemos acostumbrado tan alegremente a la vida contemplativa, permitiendo que escapen ante nuestros ojos tanto las maravillas como los espantos de la vida.
Nos da igual que se haya descubierto una vacuna ante la malaria o que en Afganistan se maten a golpe de cañón. No nos asusta que en primaria se hayan reducido las horas lectivas de lengua y matemáticas, ni nos indigna que Berlusconi sea primer ministro de Italia.
Ni siquiera sabemos a que huele la lluvia o que sabe el sol.

El otro día alguien me dijo "que cosa tan estúpida eso de la atracción, puedes estar pensando meses en que una persona determinada se haya colocado pelo, algo que hacen los siete mil millones de habitantes que pueblan el mundo" ¿Como que estúpido? a mi me parece simplemente maravilloso que un simple detalle pueda alimentar la felicidad humana durante meses.
Son las cosas simples y sin valor las que hacen que nuestra vida sea desmesuradamente valiosa. Pero claro, nuestra condición de seres aemocionales solo capaces de sorprenderse ante carteles luminosos y con un pegadizo politono nos impide percibir esos pormenores impagables con euros.


Y yo me pregunto .. ¿Qué tipo de gigantes se esconden detrás de todos los silencios del mundo?

Saramago dijo: "Existen dos superpotencias en el mundo; una es Estados Unidos y la otra eres TÚ"

Tenemos poder, somos poder... APROVECHÉMOSLO!

domingo, 2 de mayo de 2010

Tras algunos días sin tener absolutamente nada que decir hoy ha vuelto a visitarme mi ángel personal y me ha regalado un vómito de palabras que mis dedos me obligan a teclear.
Se que no he cumplido el plazo estipulado para la publicación de los post, pero es que mi ángel no atiende a normas, no puedes fijar citas con el porque siempre llega cuando menos te lo esperas...

El otro día (por decir una fecha) al acabar de comer nos regalamos una placentera sobremesa en los sofás rojos. Para los que no tenéis el placer de conocerlos diréis ¿Qué lo mismo da sofás rojos que butacas verdes? ¡pues no! cuando acabas de comer y tus posaderas se acomodan en estos mulliditos cojines surgen las más remotas discusiones, propias o impropias de la acusada "generación del botellón". En este aparentemente común lugar he presenciado conversaciones existenciales, discusiones de bolsa, deportivas o sorprendentes cotilleos residenciales. Vamos que es un lugar que no deja de regalar cultura para quien ose sentarse.

Centrate Sara que te vas por los cerros de ubeda!
El caso, que estábamos digiriendo cuando Teresa nos expuso sus inquietudes buscando consuelo en "la comunidad de los sofás rojos".
Teresa (alguien a quién todos os deberíais dar el gustazo de conocer, y lo digo objetivamnete) nos contaba que no estaba segura de querer continuar con su carrera como futura periodista, que le preocupaba haber elegido mal y que lo peor de todo era que no encontraba una alternativa lo bastante sólida como para desandar el camino que este curso había recorrido.

Y es que, si hay algo que a los jóvenes nos quita el sueño es el FUTURO.
Con frecuencia intentamos imaginar qué será de nosotros en diez o quince años.
Hacemos planes y tomamos decisiones acordes con el porvenir que anhelamos.

Hay veces en las que tenemos que elegir entre camino, carretera o manta y quizás sea porque por desgracia cada vez somos un poco más adultos y por consiguiente vamos perdiendo esa muchedad que define la mirada de los niños por lo que cometemos el terrible error de decidir condicionados por el mañana.

Con esto no quiero decir que fijar la mirada hacia delante sea malo, solo que quizás nos iría mucho mejor si abandonáramos ese sentimiento práctico que caracteriza a las personas mayores.
Solo sugiero que en vez de fijar la mirada hacia el horizonte, para decidir que camino tomar deberíamos observar con detenimiento el suelo que pisamos.

Es imposible desvincularnos del futuro para decidir el presente por supuesto, pero creo que deberíamos preguntarnos de vez en cuando qué nos apetece hacer justo en ese preciso momento, sin analizar daños, perdidas ni costes de oportunidad.

Yo sueño con ser una periodista que goce de cierto renombre el día de mañana (lose estoy un poco flipada) y pienso luchar con uñas y dientes por ello, sin embargo no puedo subordinar mi vida a esa costosa tarea. No puedo relegar las pequeñas cosas con las que a diario me sorprende la vida en favor de el humo de un futuro que puede que en cualquier momento se desvanezca.

Se que no soy nadie para aconsejaros nada, y por supuesto tampoco quiero que este Blog se convierta en un consultorio al estilo SuperPOP .. "Hola creo que mi novio me engaña con mi mejor vecina ¿Debería decírselo?" ME NIEGO!!!
Pero mi querida opinión me quema la lengua...

De verdad que no hay mejores cimientos para el futuro que el propio presente, asi que ya sabéis:
CARPE DIEM



APROVECHAD EL MOMENTO.. HACED QUE VUESTRA VIDA SEA EXTRAORDINARIA